jueves, 2 de abril de 2009

DECIDIR SEXO SALUDABLE

Como niña adolescente o mujer joven, tal vez has estado pensando lo que significa estar involucrada en una relación de tipo sexual. Decidir tener relaciones sexuales es una gran decisión, ya que involucra tanto a tu cuerpo como a tus emociones. Necesitas estar segura que es la decisión correcta para tí. Hay muchas cosas que necesitas pensar antes de decidir tener sexo, incluyendo si ésta es la persona correcta, el tiempo correcto en tu vida, y cómo te sentirás si se termina la relación. Si aún así decides tener sexo, definitivamente necesitas pensar primero sobre cómo prevenir embarazarte y cómo protegerte de adquirir una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).

Debes platicar con tus padres, guardián, un adulto de confianza, o con tu doctor si estás pensando en tener relaciones sexuales. Es una buena idea discutir todas tus opciones y todas las preocupaciones que puedas tener para que tomes una decisión correcta. Este puede ser un tiempo de mucha confusión para tí y siempre es bueno tener alguien con quién hablar.

¿Qué necesito saber si soy sexualmente activa o si estoy pensando en convertirme en sexualmente activa?
La gente joven tiene que tomar muchas decisiones sobre su sexualidad, incluyendo el abstenerse del sexo o en convertirse, o continuar siendo, sexualmente activo. Otras cosas de sexualidad sobre las cuales los adolescentes necesitan tomar decisiones es acerca del sexo de su pareja, el tipo de anticoncepción, y la intensidad de la relación. Nunca debes dejar que otros te presionen para tener sexo si tú no quieres. ¡La decisión sobre cuándo tener sexo, la primera vez y cada vez después de la primera vez, es solamente tuya! Recuerda que es completamente adecuado el no tener sexo todavía. Eres joven y existen riesgos, como las ETS y el embarazo. Mucha gente joven simplemente no quiere ni tener que lidear con la posibilidad de adquirir una ETS o un embarazo, y por eso deciden esperar.

Antes de decidir tener una relación sexual, habla con tu pareja acerca de si esta es la decisión correcta para tí. Pregúntale sobre su historia sexual, incluyendo si él o ella ha sido expuesto a enfermedades de transmisión sexual (ETS). Discute sobre si tú o tu pareja han estado o se verán involucrados sexualmente con otras parejas. Recuerda, el riesgo de adquirir una enfermedad transmitida sexualmente o un virus que pueda causar cáncer o SIDA se aumenta si tú o tu pareja tienen relaciones sexuales con otra gente. Entre más parejas sexuales, el riesgo es mayor. La única manera de prevenir por completo el adquirir una enfermedad de transmisión sexual es no tener sexo. Si tú decides tener sexo, la mejor manera de evitar contagiarte de una enfermedad transmitida sexualmente es tener sexo solamente con una persona que nunca ha sido expuesta a enfermedades de transmisión sexual. Debes utilizar condón de látez cada vez que tengas relaciones sexuales, desde el principio hasta el final.

Si estás involucrada en una relación heterosexual (sales con un hombre), habla con él sobre el control de la natalidad (condón de látex, píldora anticonceptiva, inyecciones hormonales) y lo que harán si fallan. (Ver Hoja de Información de Salud "Anticoncepción/Control de la Natalidad "). Si sientes que no puedes hablar de estos temas con tu pareja, entonces debes pensar nuevamente si deberías estar involucrada sexualmente con él. Platica con tu doctor acerca de qué métodos para el control de la natalidad son adecuados para tí.

viernes, 27 de marzo de 2009

PORQUE SIEMPRE NOS ENAMORAMOS DEL HOMBRE EQUIVOCADO

¿PORQUE SIEMPRE NOS ENAMORAMOS DEL HOMBRE EQUIVOCADO?

¿Alguna vez te has preguntado por qué te enamoras de quien no debieras?¿Por qué te atraen aquellas personas que no te convienen y que incluso pueden hacerte daño?
Las mujeres que se sienten atraídas por hombres problemáticos, distantes e inaccesibles, suelen acabar junto a hombres que no les convienen y por ello sufrir mucho de amor.

¿Por qué tantas mujeres siempre se enamoran de los hombres mujeriegos, infieles, que desean a otras mujeres, alcohol y drogas?¿Por qué esa atracción por los hombres inmaduros que jamás sabrían satisfacerles emocionalmente?Y otra cosa más… ¿por qué resulta tan complicado deshacerse de un amor así?
Es común encontrar mujeres que aman demasiado, que siguen enamoradas del hombre incorrecto pese a todo el sufrimiento que ello les supone. Es tan común que parecen creer que eso es “normal“.
Las mujeres tontamente pensamos que podemos hacer cambiar a aquellos hombres que amamos, pues no es así. Parece que hemos aceptado que para amar hay que sufrir, y no amigas, no.
Quien te ama de verdad no te hará sufrir, lo dicen los libros, los decimos todos. En nuestro mundo de hoy hay un montón de historias de amores difíciles de entender y nos venden mucha basura en los kioskos de revistas donde nos dicen como retener a un hombre… y eso no existe. No hay una receta exacta de como hacerlo, sólo tenemos que amarlos con todo, no guardarnos
nada, y si con todo eso no logramos retenerlo debemos dejarlo ir, pues no nos conviene, hay muchos libros que nos enseñan maneras de amar, pero en la practica no existe, eso está en nuestro corazón.
Siempre nos estamos fijando en la persona equivocada, siempre creemos que estamos destinadas a sufrir… pero despertemos amigas, no dejemos que ellos controlen nuestros pensamientos. Debemos ser más independientes, no colgarnos tanto a ellos porque el hombre siempre será el hombre y un convencido que somos nosotras las que debemos estar detrás de ellos, ¿no valemos lo suficiente como para que ellos nos busquen y nos amen?
Si piensas que lo que has leído te cae del cielo, creo que es hora de cambiar.

jueves, 26 de marzo de 2009

QUIÉRETE PARA QUE TE QUIERAN

QUIÉRETE PARA QUE TE QUIERAN


Es muy común que cuando empezamos una relación hacemos todo por complacer a nuestra pareja, pero en ocasiones nos olvidamos un poco de nosotras mismas. El amor propio juega un papel fundamental en el autoestima de una persona, debes de quererte tu primero para que otros te quieran.



A muchas mujeres nos pasa que al empezar una relación queremos que todo salga perfecto, tenemos unos detalles increíbles con nuestra pareja, estamos al pendiente de todas sus necesidades y buscamos complacer en todo, sin embargo esto no es siempre lo más recomendable.

No digas que sí a todo…Si siempre accedes a hacer cosas que no te gustan, tarde o temprano acabarás haciéndolo. Si por ejemplo, a ti no te gusta ver el fútbol y él se enclaustra en su casa todo el fin de semana para ver los partidos puedes llegar a un acuerdo con él y ver sólo el partido de su equipo favorito, o acceder a ver los partidos que él quiere ver pero por la noche hacer algo que tú quieras hacer como ir al cine y a cenar.

Si te caen bien sus amigos pero cada fin de semana hay plan con ellos, habla con él y explícale la situación, es importante que conviva él con tus amistades y tú con sus amigos pero también es importante que ustedes salgan solos.

Lo importante es que lleguen a un acuerdo, ambos deben de ceder para que las cosas funcionen.Establece las reglas desde el principio:Muchas veces no es necesario que te sientes a establecer reglas como si se tratara de un juicio, muchas reglas o tratos se dan por sentado por el simple hecho de repetirse comúnmente.

Por ejemplo si tu novio llega un par de veces a la semana a cenar a tu casa y no quieres ser siempre tu la que cocine, no lo acostumbres a que cuando llegue ya esté lista la cena, lo ideal es que la preparen juntos o que el ponga la mesa o lave los trastos y tu cocines o bien que tú hagas la cena un par de días y los otros te invite a cenar.

De esta manera si se llegan a casar será más fácil que él colabore con las labores del hogar que si siempre hacías todo tú.No dejes a tus amistades:Es muy frecuente que cuando tienes novio dejes de ver a tus amistades por pasar más tiempo con tu novio. ¡No lo hagas! Es muy importante que lo integres a tu grupo de amigos, pero también es importante que de repente salgas tu con ellos. Establezcan un día a la semana o al mes para que cada quien se pueda ir con sus amigos. Recuerda que si bien no es seguro que esa persona con la que estás saliendo sea para toda la vida, muchas amistades si lo son y es muy importante cultivar esa amistad.

Sorprende con un detalle:Cuando acostumbras a una persona a recibir detalles diariamente, éstos pierden poco a poco su valor.Si te gusta tener detalles con tu pareja ¡no dejes de hacerlo! Los detalles le dan sabor a una relación, pero no debes de saturarlo con detalles.

Por ejemplo, si tú le mandas todos los días 5 mensajes a su celular de Te amo, te quiero, te extraño… tarde o temprano van a perder importancia para él y se volverá una rutina, en cambio si sólo de vez en cuando lo haces, ese detalle será mucho más significativo.

Lo mismo ocurre con las cartitas, poemas, regalitos y otros detalles, está perfecto tener detalles pero no permitas que se vuelvan parte de una rutina.

Quiérete a ti misma

Esto es uno de los aspectos más importantes que debes de tener en cuenta. Si tu no te quieres ni te respetas nadie más te va a querer ni a respetar.

Muchas mujeres con problemas de autoestima permiten literalmente que las pisoteen con tal de tener una pareja a su lado.

Tú vales por lo que eres como persona y no por lo que eres cuando estás con alguien. Eres una persona valiosísima y debes tener esto en cuenta.

Mereces tener una persona a tu lado que te valore, pero para ello comienza por darte tu lugar. Si sientes que tienes problemas de autoestima te recomendamos hablar con un experto que pueda ayudarte en esta situación.

martes, 24 de marzo de 2009

DESPEDIDA

DESPEDIDA



DESPEDIDA
El asunto es que Alfredo y yo habíamos sido amantes por algo así como un año; compartimos buenos ratos, nos divertimos mucho sin preguntarnos que hacia cada uno las noches que no pasábamos juntos; sin expectativas más allá del desayuno.
La mala noticia era que su jefe decidió mover el negocio y Alfredo se iba de la ciudad. La mudanza, coincidió con una de esas épocas en las que yo estaba de trabajo hasta los codos, así que a pesar de los muchos intentos había sido imposible conciliar una despedida como la que nuestra historia se merecía. Despedidas hubo varias, todos lo íbamos a extrañar mucho (cada uno de diferente forma), así que se aprovechaba cada oportunidad para reunir a la banda, tomarnos unas cervezas, desearle buen viento al viajero y hacer planes para ir a visitarlo. Los amigos no se imaginaban que en cada reunión de esas, él y yo estábamos tratando de cuadrar una discreta evasión que nunca se pudo concretar.
Yo casi me había resignado a dejar la cosa así y despedirme con un cándido abrazo en público, mientras me imaginaba sus manos recorriendo mi cuerpo.Un jueves en la tarde, menos de 24 horas antes de que el camión que llevaría la mudanza de Alfredo saliera de la ciudad, resultó que yo tenia tres horas muertas en el trabajo mientras esperaba turno para usar un equipo. Tenia mil cosas que leer y un informe que escribir, pero decidí entra al msn.-Hola tu? ¿todo listo para la mudanza?-Casi, estoy respaldando algunos archivos? no puedo arriesgarme a que le pase algo al computador durante el viaje.-Claro!! Entonces? estas en tu casa.-Si, aquí en medio de cajas. Y tu? ¿Mucho trabajo?-Si ya sabes, fin de año? pero tengo tres horas muertas.-¿Te lanzas?-Llego en 20 minutos.
Hubiera sido bueno ir primero a mi departamento, la falda de mezclilla y las sandalias estaban bien, pero hubiera preferido cambiar la playera demasiado ancha por una sin mangas un poco más sexy; pero no había tiempo. Así que de salida pasé por el baño, me compuse el pelo recogido en una cola de caballo y me subí al carro tratando de no imaginarme lo que iba a pasar, para no distraerme mientras manejaba. El trafico fue benévolo con migo aquella tarde así que en menos de 20 minutos estaba estacionando en frente del edificio. El timbre de su departamento nunca funcionó, había que gritar a la ventana.
Ese ritual a la llegada al departamento de Alfredo no me gustaba del todo; casi siempre me pasaba unos minutos allí esperando a que él oyera mis gritos por encima de la música y bajara a abrirme. En esta ocasión no tuve que esperar. Tan pronto pasé la puerta caí en sus brazos, sus manos recorrían mi espalda y el ??hola? se silenciaba en un beso profundo.-Pensé que no te volvía a besar en esta ciudad.-Yo también.Subí las escaleras adelante de él, con sus manos apoyadas en mi cintura.
Llegamos directo al estudio por que el PC había hecho un ruido que reclamaba la atención de Alfredo, pero también por que la habitación estaba cubierta por ropa, cajas y maletas a medio empacar. Mientras él puso un CD nuevo en el computador, yo ojeaba los libros empacados en una caja. Alfredo se acercó por la espalda y me besó en el cuello mientras por debajo de la playera sus manos llegaron a mis senos, la playera ancha tenia sus ventajas. La luz de la tarde entraba por la ventana y mi cuerpo se encendía con el contacto de su cuerpo pegado a mi espalda y la caricia cada vez más fuerte de sus manos en mi pecho. La vista al parque era sensacional. Su boca rodeó mi cuello y se encontró con la mía, unidos en un beso que empezó muy suave pero se fue haciendo cada vez más intenso; me di la vuelta para quedar de frente a él y empecé a acariciar sus piernas y sus nalgas. La respiración se hacia agitada y el calor de la tarde, sumado a la intensidad del contacto de nuestros cuerpos, empezaba a hacer molesta la ropa. Alfredo se quitó la camisa mientras yo me quitaba la playera; nuestras pieles se buscaron en un abrazo con caricias lentas en los brazos, la espalda, el cuello, las nalgas? ahora era mi falda y su pantalón los que sobraban así que nos deshicimos de ellos. Mis labios buscaron los suyos pero él me apartó con suavidad…..-Nunca te había visto con luz de tarde, me gusta tu piel con esta luz.Mientras miraba cada parte de mi cuerpo como si estuviera descubriendo algo nunca visto, se sentó en el sillón.
Yo me acerqué a la ventana y con una mano empecé a acariciar mi seno por encima del sosten, mis pezones estaban muy sensibles y la caricia los hizo muy evidentes. -Usa tu otra mano.Obediente llevé la otra mano al seno libre pero él negó con la cabeza, lentamente, sin decir palabra. Así que llevé mi mano derecha al pubis sobre el panty de algodón blanco, usé dos dedos para recorrer mi vulva mientras mi cadera giraba lentamente para facilitar la caricia. El sol abrazaba mi cuerpo y yo disfrutaba por igual mis caricias y su mirada absorta en el suave contoneó de mi cuerpo.
Yo mientras tanto, lo miraba con la boca entreabierta, su pene hinchado levantaba notoriamente el boxer y mantenía mi atención en su entrepierna. Cuando empecé a sentir la humedad desbordante, Alfredo me hizo señas con una mano para que me acercara y se acomodó en el sillón. Me acerqué a él caminando lentamente, cuando estuve a su alcance rodeó mi cuerpo con sus brazos y soltó el broche del bracier en mi espalda. Lentamente bajó uno por uno los tirantes antes de descubrir mis pechos, los cuales cubrió inmediatamente con su mano y su boca. La punta de su lengua recorría lentamente el borde la aureloa, apretaba suavemente el pezón usando sus labios, o chupaba con desesperación como si de mi pecho emanara su fuerza. Sus piernas rodeaban mi cuerpo y yo podía acariciar sus muslos.
Separándome un poco me dejé escurrir hasta el piso, él se sentó en el borde del sillón para darme acceso a su pene delicioso todavía aprisionado en su ropa interior. Me las arreglé para quitar el boxer y dedicarme a besar y lamer su falo mientras con la mano acariciaba sus testículos. Recorrí el frenillo de abajo arriba con mi lengua mientras Alfredo hacia gestos de placer y ponía sus manos sobre mi cabeza para invitarme a darle una mamada. Me encantaba su pene, siempre ejerció unas especie de magnetismo sobre mi; tenerlo en mi boca, recorrerlo de arriba abajo apretando con mis labios, besar el glande, chuparlo, recorrerlo con las manos, sentirlo vibrar en mi garganta, encendía todo mi cuerpo de forma indescriptible. Sus manos sobre mi cabeza dirigían el ritmo primero pausado y luego cada vez más intenso hasta que la tensión en su cuerpo le causó una especie de espasmos.-¡Espera! Detente un poco! ? no quiero venirme todavía Respiró profundamente y se acercó para besarme en los labios. Luego se estiró por encima del brazo del sillón para alcanzar un condón que esperaba en la biblioteca vacía. Rasgó el empaque y
se lo puso mientras me besaba en los labios. Tomándome por los brazos me ayudó a ponerme de pie en frente de él. Bajó el panty colmado de humedad y me invito a sentarme sobre su pene más que erguido, mientras me penetraba.
El ajuste era perfecto. Después de todo lo que habíamos compartido los dos sabíamos muy bien lo que el otro necesitaba para llegar a la cima del placer. Sentada sobre sus piernas de frente al él, me moví en círculos con su penen bien adentro de mi.
Mientras lo hacía sentía el estimulo sobre las paredes de mi vagina que empezó a contraerse rítmicamente. Le besé en los labios, las orejas, el cuello; le acaricié el la cabeza con mis dedos entre el cabello, mientras él recorría mi espalda con una mano y aprisionaba un pezón con los dedos de la otra mano. Puso sus manos en mis nalgas, acarició, apretó y finalmente me ayudo a impulsarme para moverme de abajo hacia arriba para luego volver a bajar; recorriendo su pene a todo lo largo con los labios de mi vulva. En medio de jadeos y sin dejar de rotar mi cadera incliné mi cuerpo separándome de él mientras me sostenía de los brazos del sillón, la fricción se sentía más intensamente e hizo que aceleráramos el ritmo de los movimientos hasta que mis ojos se nublaron con miles de estrellas, todo mi cuerpo se sonrojó y mi vagina se inundó con mis líquidos. Me detuve un poco para recuperar el aliento. El aprovechó al pausa para ponerme de pie (casi no me sostenía); se acomodó de nuevo en el borde del sillón y tomándome por la cadera me dio la vuelta y me jaló hasta que estuve de nuevo sentada sobre sus piernas esta vez con su pene en mi vagina penetrándome desde atrás.
Empezó con movimientos lentos que se fueron haciendo cada vez más rápidos y apremiantes. Eso me enloquecía y él lo sabía; como sabía que si además de bombear en mi vagina, estimulaba mi clítoris con sus dedos yo iba a perder el control por completo en un paroxismo de jadeos y gritos. Y perdí el control, dejándome llevar por el impulso de sus embestidas y los movimientos circulares de su dedo sobre mi clítoris hinchado.
Mis jadeos se hacían cada vez mas fuertes, sentía gotas de sudor deslizarse por mi espalda y mi pecho; los músculos de mis piernas protestaban por lo exigente del movimiento en esa posición; pero yo no paraba de subir y bajar con euforia. Para mantener el ritmo, Alfredo puso sus manos en mi cintura al tiempo que yo continuaba la faena en mi clítoris.
Con cada una de sus envestidas sentía el golpe de sus testículos y me iba acercando más y más a una gran explosión orgásmica. Sentía cómo cada músculo de mi vagina apretaba su pene al compás de las penetraciones, sentía mi respiración cada vez más acelerada y la tensión en cada uno de los músculos de mis piernas.-Te gusta nena?, dímelo! -Me encanta, me encanta!!! Si! Sigue!, no te detengas! -no me detengo, vente, disfrútame, me tienes todo para ti.-si, si, sigue!, siiiii ahhhhh-vamos nena vente, así!Yo me sentía desfallecer pero el movimiento no cesaba, el placer llenaba todo mi cuerpo surgiendo desde la vagina colmada de líquido; las luces... había entrado en una sucesión de orgasmos que parecía interminable.-Yo también me voy a venir-si? vente ,vente, damelo!!-ahhhhDespués del espasmo y las contracciones; el movimiento se fue apagando lentamente, estiró su mano para reclinar el sillón y yo caí estrepitosamente sobre él y allí me quedé.
No se cuanto tiempo pasó, debieron ser algunos minutos. No estaba dormida y creo que él tampoco, pero no estaba realmente despierta, sentía como si chorros de agua salieran de todo mi cuerpo, o pequeñas flores brotaran a través de los poros de mi piel. Estaba exhausta y feliz. Alfredo me acariciaba un brazo al tiempo que dormitaba.Cuando recuperé la conciencia y mire el reloj me incorporé de un brinco, le di un beso en el pecho y me fui al baño.
Tome una ducha larga dejando que el agua corriera por mi cuerpo cansado y renovado al tiempo. Cuando estaba por salir, Alfredo entró en la regadera y decidió enjabonarme de nuevo. Mientras yo me dejaba hacer, cubrió mi cuerpo con espuma y luego la fue quitando con sus manos y el agua corriente; después de un largo beso de despedida me autorizo a salir de la ducha para vestirme y correr de regreso al trabajo.
Publicado por Rafa de la Rosa en 17:20 0 comentarios Enlaces a esta entrada

Para recibir mas articulos como este,
Subscribete gratis a Publicalpha por Email

Para: Publicalpha.com